Ya son incontables las noches que me levanto llorando o con una preocupación que pesa en mi corazón como si se tratara de la vida o la muerte. No me gusta verte solo en sueños, no me hace bien soñarte, no me hace bien que esos sueños despierten todo lo negativo de mi vida. Hoy soñé como muchas otras veces que las cosas iban mal, que nunca íbamos a poder despedirnos como yo pretendía, que nunca íbamos a tener ese último chau, que me cerrabas las puertas a absolutamente todas las salidas o sonrisas. Y ya no es lindo, ya no lo disfruto, ya se me hizo una fea costumbre esperarte todos los días, vivir mi vida pensando que en algún momento las cosas van a mejorar y lo intente, intente de la mejor manera y de las peores, sacarte de adentro mío, pero con el tiempo, después de un año, me doy cuenta que es algo imposible, que vivís en mi y que tu marca se instalo por y para siempre. Vivo por vos, no por mí, ni por él, ni por ellos o ellas, únicamente por vos. Vivo esperando simplemente un hola, si.. Un hola, una señal es lo único que necesito para saber que dentro mío puedo seguir con lo que soy, el monstruo que vos creaste, el miedo y la desconfianza que le introdujiste. Y cada sueño, cada espera, cada palabra me hace quererte más y más. Y ahora, te pido de rodillas, como una buen perdedora, que para seguir mi vida necesito una sonrisa de tu parte, necesito verte y saber que seguís estando ahí y que no todo es cuestión de una inconfundible pesadilla, necesito escucharte, sentirte de vuelta y no quiero confundir las cosas, no me haces falta muchas veces, yo estoy bien con mi vida, mis cosas y mi corazón pero siempre falta una letra en mi abecedario, siempre. Y necesito reconstruirla solo mirándote, solo quiero tenerte a mi lado y entender que todo lo que siento es más que un sueño. Y Ahora, entre nosotros, te confieso que hace tiempo no tocaba una hoja para escribir mis sentimientos, que el único que me despierta ese arte que llevo conmigo, sos vos.

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Fuma Dita