Ayer no fue un día como cualquier otro. Ayer, creo que ayer, entendí el sentido de lo que es que el corazón te duela o al menos, mi sentido, ya que todos sienten y piensan diferente. No alcanza con decir estoy mal, estoy triste, quiero llorar porque cuando el corazón realmente te duele, no existen palabras. Y no es una puntada en la cabeza, no es una patada fuerte en el pecho o un dolor de panza, es más que una molestia corporal. Es un dolor sentimental y ayer entendí, entendí que el corazón me dolía porque no existían palabras ni señas para explicarlo, porque caí rendida, porque me dio vuelta todo..Desde los pies hasta la cabeza, porque mi cabeza y mi estomago estaban más revueltos que nunca y lo único que el corazón permitió, fue escucharme decir, “No hay peor dolor, que el del corazón” porque se mezclan todos los dolores juntos, tanto sentimentales como un simple dolor de cabeza. Porque ayer comprendí y sentí lo que es que un corazón duela, la angustia que sentís, las ganas de desaparecer, de parar el mundo y bajarte y gritar, gritar, descargarte y saber que hasta acá llegaste, que ya todo termino. Y estoy completamente sorprendida, sigo sin entender como el amor tiene tanto poder, como mi corazón se destruyo por primera vez después de 15 años.

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